Era Juan José Millás.Estaba en el Instituto dando una conferencia sobre literatura y había llegado el turno de preguntas.
De forma pausada y con mucha diplomacia(estaba frente a dos cientos alumnos que seguramente tendrían en ese trimestre algunas de esas lecturas y dicho sea de paso,bastante hueso...) explicó que una lectura nunca podía ser obligatoria, y que en el momento en el que lo era, dejaba de ser gratificante.
Se enrolló algo más con su respuesta pero recuerdo que fue muy sincero y cercano. Por aquel entonces yo no había leído nada suyo.Días antes, nos habían entregado un párrafo de una de sus novelas, que por supuesto,nos tuvimos que leer fotocopiadas(si el se hubiera enterado...)
Recuerdo la mirada de Paco Peña, catedrático de literatura, clavada en mis pupilas, entre sonriente y satisfecho y por otro lado amenzador. Con él había sostenido grandes polémicas en clase, tanto de literatura como de política. También sobre las lecturas obligatorias, claro está.
Izquierdoso convencido contra niñata que además venía de colegio de pago.
El el turno de noche en el cual cursé el ya caduco COU las clases eran muy diferentes, más desenfadadas y donde se generaban muchos debates. Los alumnos casi todos mayores de 18 años y cuya gran mayoría trabajábamos por la mañana,acudíamos a las clases y la relación no era tanto de alumno profesor como en el turno matinal. Cada uno era responsable de acudir o no a ellas, ya que no siempre era posible, y se respiraba mucha más seriedad y ganas de estudiar, en muchos casos pupilos que habían abandonado el bachiller o simplemente como ya he mencionado trabajadores.
En clase recuerdo a Jaime,policía municipal, que amenizaba los "recreos" con sus anécdotas apatrullando la ciudad..., Luis que era pescadero, y a veces, el pobre desprendía un ligero olor a su lugar de trabajo..., Ana que se apellidaba pescadilla y casualmente se sentaba con Luis -vaya! el pescadero con la pescadilla_espetó un día Mediano el profesor de matemáticas.
También estaba Mari Fe Rebollo Mogollón, sí,leéis bien. Tenía de estatura no más de un metro y cincuentaicinco centímetros y creo que una ciento veinte de pecho, así que fijaros el tema del apellido: Mogollón!!!!...El día que la nombraron fue la coña. Y una menda, entre otros, que por aquel entonces trabajaba dando clases en un gimnasio en las mañanas,por vocación y puro capricho. Y Doña Bella el mote del guaperas de la clase. Fantástico curso.
Y volviendo al tema, tal vez si no me hubieran dicho constantemente lo maravilloso que es el Quijote y la gran obra maestra que es así como la lectura obligada y posterior trabajo, por aquel entonces,mecanografiado, no lo destestaría tanto. Me parece un coñazo y disculpen ustedes mi incultura y poco critero literario, pero tengo que reconocerlo.
Pero ojeando bet-sellers, libros varios, novelas extranjeras,nacionales,hispanoamericanas...me he dado cuenta de lo que esa lectura me ha aportado.Y he rebuscado entre autores clásicos cuyas novelas me han fascinado: la Colmena, la Regenta, Cien Años de Soledad, la Metamorfosis y un largo etcétera que dejo aquí para no caer en ser una pseudo-cultureta.Y desde luego ,no tanto, El principito(que horror),Fausto(una paranoia en toda regla) y alguno más.

Y hablando de ladrillacos este post barato, famélico e inculto culminará con la idea peregrina de que con el tiempo, la óptica sobre determinadas cosas, te cambia. Creo que las lecturas obligatorias son positivas.
Si algún día me cruzo con Juan José Millás, se lo diré.
Y...Ojalá tus problemas duren tanto como tus propositos de año nuevo. FELIZ AÑO NUEVO A TODOS!!!!!!!!!!!!!!
